'El esfuerzo', una estatua situada en el puerto mexicano de Veracruz
Siguiendo la línea de pensamiento que inicié la semana pasada sobre Teoría de la Producción, y después de varias reuniones en una visita que realicé en el SIMO este miércoles, aparte de una conversación con una profesional de la fotografía, me dí cuenta de que la motivación provocada por los resultados de un esfuerzo es uno de los puntos fundamentales para garantizar la vida de una empresa o un producto.
Cuando realizamos una acción para conseguir un objetivo tenemos que tener en cuenta tres factores fundamentales. El primero es el esfuerzo que efectuamos para crear el concepto del producto. El segundo, los resultados obtenidos con ese esfuerzo. Y el tercero, y fundamental, el grado de motivación que nos queda al valorar qué resultados hemos obtenido. Todo esto rodeado de un entorno de ilusión que sube o baja dependiendo de la motivación que conservemos.