La cita de la semana


"Nueve personas no pueden gestar un bebé en un mes"

Wernher von Braun.


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lunes, 19 de septiembre de 2011

La terrible falta de Filosofía y Epistemología de la Ciencia en los científicos españoles

Es una cuestión de fe. Eso parece. Para muchas personas de Ciencias Exactas es una cuestión de fe la ciencia. Dogmático. Sin más. Lo que es ciencia exacta lo es. Lo demás es una broma. Y ya no hablamos de pseudociencias, sino de Medicina, Biología, Economía, Historia, Ciencias Sociales y, lo que es peor, la Filosofía.

Y esto no lo digo en broma, no. Hoy me he podido encontrar a alguien en Twitter que se las daba de Matemático que era incapaz de discernir entre un indicio, un resultado y una prueba... y de definir correctamente hipótesis, teoría y ley. Es más, según iba avanzando la discusión me dí cuenta de que utilizaba las palabras hipótesis y teoría para responder a lo que yo decía que era un indicio que podía convertirse en prueba cuando se comprobaba que era cierto. Peor aún, dio por hecho, según la conversación que el resultado de una teoría es algo cierto y que no tenía que ser demostrado (en concreto la teoría de la Relatividad de Einstein) dando como hecho cierto e=mc2 y respondiendo a mi cuestionamiento de ello (porque es un indicio mientras no se demuestre aunque sea un resultado extraído de conclusiones lógicas) porque que "comprobarlo con medidas... Vaya tela, ya me dirás tú en qué laboratorio vas a medir cosas a la velocidad de la luz".(Véase el primer comentario de esta entrada). Todo ello, claro, suponiendo y declarando que yo no tenía ni idea de qué estaba hablando.

Y lo peor es que no es la primera persona que me encuentro así. La primera, al menos, tuvo la decencia de reconocer que no conocía mucho de Epistemología de la Ciencia. Cuando le pregunté el por qué... me explicó que SÓLO había dado una asignatura de Filosofía de la Ciencia en su carrera (creo que de Exactas). Y aún más terrorífico fue saber, por mis amigos científicos, que esa asignatura se da EN EL ÚLTIMO CURSO de la carrera.

Pues mal vamos con estos mimbres. ¿Cómo es posible que no se enseñe en primero de carrera Filosofía y Epistemología de la Ciencia? ¿Creen en serio que los científicos españoles se pueden permitir el lujo de no conocerla a fondo? Decía un premio Nobel de Economía, de cuyo nombre no consigo acordarme, que el problema de España es que faltaban filósofos. ¿Filósofos diréis? Sí, porque ellos son los capaces de pensar en nuevos escenarios evitando los peligros del pasado, porque estudian lógica (importantísima para la cibernética) y pueden ser capaces de crear nuevas teorías de producción y desarrollo de nuevos conceptos. No nos equivoquemos, las teorías fantásticas que salen de Estados Unidos sobre el futuro son filosofía pura y dura. Sin filósofos no hay avances tecnológicos que valgan.

Y tengo que asustarme de la falta de nivel de Epistemología y Filosofía de la Ciencia de la gente que me he ido encontrando. Aterrador. El decir que una teoría, por mucho que sea de Einstein "no debe ni puede comprobarse" viniendo de un matemático es algo inconcebible en el mundo anglosajón, alemán o francés, que fue donde se creó la Ciencia actual. No sólo debe comprobarse, sino que además tiene que poder comprobar el mismo resultado una serie de "pares" (quiere decir científicos varios en distintos lugares) para que se demuestre que esa teoría puede convertirse en cierta y, si cabe la cuestión, en Ley.

Cuando diferenciamos ciencias sin ton ni son
La cuestión es muy sencilla. En España, como no se enseña la Filosofía de la Ciencia como algo importantísimo, se crean científicos que basan su pensamiento en falacias. Sí, en falacias. Vuelve a ser alucinante lo que puede ocurrir con eso. El desconocimiento de la filosofía fundamental -que por otra parte es la madre absoluta de las ciencias exactas, sociales o fisiológicas- implica que por el mero gusto personal se considere a lo mismo dos cosas distintas porque un indicio es de "letras" y el otro de "ciencias".

Pongámosnos en situación: la discusión surge cuando el 'científico' asegura que ni la Biblia ni la Iliada son pruebas de la existencia del Éxodo o Troya. Entonces se le contesta, y nos centraremos sólo en Troya, que eso no es cierto, que la Ilíada era un indicio de la existencia de aquella ciudad llamada Ilión y que cuando se descubrió de verdad se convirtió en prueba de su existencia. "Imposible", contestó. Eso no era posible porque según él "la mera mención en un libro no hace de ello prueba".

Entonces se le expone que e=mc2 es un indicio también que, al ser demostrado, se convierte en prueba. Indignación por su parte: "si es un resultado de una teoría, no sabes de lo que hablas!". Y al preguntarle si una teoría debe comprobarse o no... pues ya sabéis la respuesta.

Lo que me alucina es que se discrimine un indicio por ser de una ciencia social. Es verdad que las Matemáticas definen a la perfección el mundo circundante: lo que dicen las mates es lo más cercano a la realidad; es más, son el lenguaje de la realidad. Es cierto que la Física predice situaciones y la Química reacciones. Pero no es menos cierto que las otras ciencias, como las sociales, tienen menos años de existencia y han tenido también menos posibilidades de axiomatizar ciertas cuestiones como hacen las Ciencias Exactas. Pero no por ello dejan de ser ciencias. La eterna disputa entre los de ciencias y los de letras.

En primer lugar, considero ignorante a aquel que desprecie ciertas disciplinas sólo por su "exactitud". Ciertamente los matemáticos tienen el trono, pero los físicos pueden equivocarse en sus predicciones porque las teorías hay que comprobarlas. Si nos ponemos a hablar del Big Bang o el Big Crunch... no digamos nada de cuántas teorías se han ido al garete. La ciencia es eso, comprobar qué es verdad y qué no. En Historia, Arqueología por ejemplo, se trabaja desde hace años con equipos multidisciplinares y tecnologías ingenieriles para ir descubriendo cosas que ahora son muchísimo más exactas que antes. En Medicina y Farmacia los adelantos son espectaculares. ¿Por qué? Porque han adoptado el método científico ya comprobado por filósofos y matemáticos.

Pero lo que no puede ser es que la falta de conocimiento de la propia epistemología de la Ciencia haga que un matemático diga que no tiene por qué comprobarse una teoría. Eso es indescriptible y de un atrevimiento tal que asusta (por no decir que negaba la existencia del Éxodo, cuando se ha comprobado que los habiru, el verdadero nombre de los hebreos, escaparon de Egipto y conquistaron Canaan atravesando las marismas del Mar Rojo).

Pero la cuestión es aclarar conceptos. Para plantear una hipótesis se ha de partir de un indicio o suposición, con muchos indicios que concuerden se puede elaborar una teoría, y cuando ésta se comprueba la teoría se considera válida y los indicios se convierten en pruebas. Así, con esas pruebas y experimentos, los demás científicos pueden comprobar que la teoría concuerda. En ciertos casos las teorías se convierten en Leyes, que son razonamientos inamovibles por su completa comprobación (una ley básica es que el Sol sale todas las mañanas, por ejemplo). Es decir, que las hipótesis pueden ser equivocadas, las teorías fallidas y las leyes exactas. Y respecto a los indicios (sean del tipo que sean, vengan del resultado de la Teoría de Einstein o de la Ilíada) se convierten en pruebas si se comprueba que indicaban el camino correcto.

Por cierto, para terminar, yo tengo el indicio de que sí se puede comprobar la velocidad de la luz en condiciones de laboratorio. Así que elaboro la hipótesis de que es así. Busco más indicios (una búsqueda en Google: "comprobación de la velocidad de la luz en laboratorio") y encuentro este resultado que me hace poder afirmar en una teoría que se puede comprobar INCLUSO EN CASA; y es el primer resultado. Luego, por no dejar mal a Einstein, pobrecico, diremos que su resultado era un indicio más que correcto, porque la Nasa se ha tirado 50 años con un satélite para demostrarlo.

Vamos, que es de lógica. Un indicio comprobado es una prueba de que la teoría es correcta. Y da igual si viene de la Física, la Matemática, la Biblia o la Ilíada. La Ilíada, a día de hoy, es una prueba fundamental de que Troya existió. Sin sus indicios no se habría encontrado jamás. No usemos la falacia de decir que como una ciencia es más exacta que otra y un libro es religioso o de cuentos de leyenda no contengan pruebas de hechos verdaderos. Usemos la cabeza y enseñen, por favor, de verdad Epistemología de la Ciencia con mucha más dureza, señores catedráticos. Que en ello va el futuro de España en un mundo tecnologizado. Si no sabemos correr de la forma adecuada no esperen ganar carreras.

Corolario
Añadiremos la contestación que mi contertulio de Twitter ha escrito en su blog. Más que interesante. Sobre todo porque muestra la diferencia entre las ciencias prácticas y el estudio de un lenguaje que interpreta la realidad como son las matemáticas. Vamos, que las matemáticas están acientificadas, pero en realidad son una metaciencia como la Filosofía, ya que es la herramienta que permite la descripción más exacta posible del Universo. Más que una ciencia es un lenguaje lógico. Pero se estudia en Exactas porque al ser una de las herramientas fundamentales de la ciencia junto con la observación y la experimentación es muy difícil desvincularla como tal. La diferencia es que en Matemáticas las teorías son teoremas (y no son lo mismo ya que un teorema se demuestra por lógica aplastante sin necesidad de "observaciones y pruebas", aunque la demostración del mismo lo sea), o un conjunto de teoremas que se centran en algo concreto de lo que se puede extraer una Ley superior. Quizás la forma de pensar de los matemáticos, que es tan precisa, haya hecho que esta discusión se haya extendido. Pero vamos, que gracias a ella aprenderemos todos. Y concedo que en matemáticas la epistemología no es muy necesaria para su desarrollo; aunque sí que digo que un poco de conocimiento de esta disciplina haría que los matemáticos comprendieran muchas cosas de sus demás compañeros científicos. Nunca está de más saber de todo, sobre todo cuando se habla de descubrir el entorno que nos rodea y garantizar el futuro con ella.

viernes, 15 de octubre de 2010

Y Asimov vaticinó qué sería Internet... hace 22 años



Volvemos a la esencia de The Blogolist, que es un blog de ciencia, aunque los pensamientos de la productividad van encaminados a hacer un estudio más profundo, casi podrían ser más de El Blogoglobo que de aquí, pero hay que darle seriedad.

En este caso Isaac Asimov, mi escritor favorito, mi divulgador de cabecera, la persona que me hizo interesarme por tantísimas cosas en esta vida (escribió más de trescientos libros de ciencia, divulgación, Historia, ciencia ficción) explica cómo será la educación del futuro en una entrevista del año 1988... y resulta que describe prácticamente a la perfección lo que supone Internet hoy en día.

Con cosas así admiro más a mi maestro. Un día, cuando sea anciano y tenga el pelo blanco, esas patillas van a ser también mías (para horror de la que me tenga que aguantar, claro).

Vía: TEDxBilbao.

sábado, 25 de abril de 2009

Pasiones, piojos, dioses... y matemáticas

Construcción de un heptágono
El jueves fue el día del libro y yo estaba dispuesto a hacer una pequeña reseña de uno de los libros que más me ha fascinado en los últimos tiempos: Pasiones, piojos, dioses... y matemáticas, escrito por el profesor Antonio J. Durán. Aunque soy un hombre de letras puras, resulta que cuando hacía los ejercicios me resultaba la mar de sencillo aprobar las matemáticas (con el agravante de que llegué a tener un 10 en un examen de recuperación de dos evaluaciones, que terminé en menos de media hora y, además, le corregí un error a la profesora a la hora de corregirme). Así que leer sobre matemáticas siempre me ha gustado.

El caso es que el libro de Durán habla sobre lo que son las matemáticas y para qué sirven. Hasta el punto de explicar de manera muy divulgativa cosas que uno no entendía cuando le daban clase. Siempre he pensado que el problema de la ciencia es que no se explican desde el punto de vista humano. Sin embargo, el autor consigue explicar el porqué de los axiomas, para qué sirve resolver un problema y qué tiene de arte y pasión las matemáticas.

La única cosa que no me ha hecho disfrutar a tope del libro es que quizás su lenguaje es demasiado rebuscado y que el artificio del diálogo entre autor y una lectora imaginaria es un poco pesado. Pero hay que reconocer que tiene sentido, imitando los diálogos de los filósofos griegos y, sobre todo, porque el autor exhala una erudición sorprendente. El libro es denso, pero divertidísimo, ya que cuenta la historia vital de muchísimos matemáticos... enseñando que esta ciencia es arte y pasión (Pasión)... mezclando historias mitológicas (Dioses) y anécdotas vitales pero crueles, como la de los matemáticos polacos que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial alimentando piojos (Piojos).

Yo tenía ganas de volver a aprender matemáticas, pero con libros como éstos, en los que a uno le explican de forma coherente y divertida qué es y para qué sirve una raíz cuadrada -por poner un ejemplo-, me han entrado más aún. Ahora he de buscar un libro que me enseñe desde el principio (¿algún consejo?).

Con divulgadores como éstos el futuro de los jóvenes matemáticos está asegurado. ¿Que serán pocos y una élite? Es probable... pero no hay que dejar la miel para la boca de los cerdos (a menos de que éstos se quieran acercar a ella).

Nota: he descubierto el Centro Virtual de Divulgación de las Matemáticas, Divulgamat; y también he podido acceder a una entrevista al autor en un blog de esta otra página llamada Ingenio Mathematica. Echadles un vistazo.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Una de matemáticas deportivas

Las matemáticas son algo genial. La verdad es que cuando uno las aprende en el colegio o el instituto lo más probable es que se le atragante la asignatura. En mi caso eso terminó ocurriendo, porque como he sido un vaguete toda la vida preferí irme por letras antes que por ciencias simple y llanamente porque había que trabajar mucho con las ecuaciones para que te salieran bien. El caso es que una vez que tenía que trabajarlas aprobaba en los exámenes de repesca -a veces a una velocidad pasmosa, lo cual cabreaba un poco a los profesores- sin problemas.

Ahora me gustaría estudiar matemáticas de nuevo, pero por ahora eso no es posible. Así que mientras tanto me dedico a leer libros sobre anécdotas y usos de la misma para cogerle el gustillo. Si me hubieran explicado para qué servían tantas ecuaciones y fórmulas, seguro que hubiera sido ingeniero.

Pero en fin, me quedé en periodista aficionado a la Ciencia y la Tecnología -y la Historia, y muchas cosas más de letras-, y otros friquismos varios. El caso es que navegando esta tarde por ahí me encontré con esta entrada tan graciosa -que se refiere a otra del blog ALT1040, seguidla desde el primer enlace- sobre el fútbol y las matemáticas. No os la perdáis, que tiene narices la cosa... y luego hablan de maletines y maletones en el balompié mundial.

miércoles, 9 de abril de 2008

Resuelto el Teorema del Camino Coloreado

Avraham Trahtman, de 63 años de edad, y antiguo peón y guarda de seguridad, ha descubierto uno de los más famosos enigmas matemáticos, conocido como el teorema del camino coloreado.

La cuestión fue planteada por primera vez en el año 1970 por un equipo de matemáticos dirigido por los norteamericanos de origen israelita Benjamin Weiss y Roy Adler, presuponía que era posible crear un mapa universal en el que se proporcionaran las correspondientes direcciones hacia un punto determinado y sin importar el lugar desde el que se comenzara a buscar.

El algoritmo recién descubierto por Trahtman podría tener poderosas repercusiones en la cartografía.

Se puede descargar un artículo más largo sobre este descubrimiento aquí, con un apoyo en el que habla de los ganadores del premio matemático Abel por la Teoría de Grupos. Pero, ojo, en el gráfico la flecha de la ruta más al sureste está al revés.