Estos japoneses están locos. O mejor dicho, son la caña. Lo de los nipones con los robots es para nota. Siempre han tenido un interés especial en los autómatas, aunque fueran los de lata de los años cincuenta. ¿Qué geek no ha querido tener uno de esos en su estantería alguna vez? O los robots de mil disparos... o qué decir de los transformers...
El caso es que los japoneses organizan cada dos años el campeonato Robo-One, en el que los concursantes diseñan robots para que se den de tortas en un ring similar al del sumo. Lo curioso es la sofisticación de movimientos que consiguen... y la forma de personalizar a los cacharrines que se pueden ver competir.
Lo mejor, sin duda, y como dice el gran Jesús Díaz en Gizmodo [ojo, el vídeo está en inglés] es el robot pollo-karateka (no sé por qué me recuerda al Gallo Claudio, la verdad). A mí también me ha llamado la atención el robot Geisha, pero casi porque sus abanicos son dignos de las garras de Lobezno o la robot de Planeta Rojo: AMEE [cuidado, este vídeo es un spoiler: te presenta muy bien al bichejo, pero te desvela la película; si no quieres estropearla detente en el 1:45 del minutaje] .
Si eso son armas de combate dan puritito miedo.
Aquí tienes también un vídeo de la edición de 2007.Estos japos... ¿Cuándo llegarán a construir Mazingers Z a tamaño real? Y sí, la cuestión es en cuanto tiempo, porque están tan pirados que no dudo que cuando dispongan de la tecnología lo construirán. Vamos, que si yo tuviera tiempo, dinero y tecnología no dudaría en hacerme con unos destructores estelares y una pequeña estación de combate planetoidal y luego hablaríamos...