Caray con Albert Einstein. Resulta que durante años mantuvo una polémica tremenda con el físico danés Niels Bohr, creador del concepto de la mecánica cuántica. La teoría del de Copenhage implicaba una ruptura en la continuidad y la causalidad de la Física Clásica.
En aquellos tiempos, Einstein tuvo unas broncas increíbles con Bohr en las que le llegó a decir: "Dios no juega a los dados". La verdad es que esa frase significaba una derrota por impotencia, porque al final la Física Cuántica se ha terminado imponiendo con respecto a las pequeñas partículas, no a las grandes.
Sin embargo, durante años se estimó por esta frase que Einstein era creyente, pero una carta descubierta no hace poco hace pensar que no. Si leéis este artículo de El País, entenderéis el porqué.