Un gráfico sobre el toroide magnético necesario para la fusión nuclear
Leo este artículo en el País sobre la construcción del reactor experimental de fusión ITER y me ilusiono con un mundo sin más residuos nucleares y con una fuente inagotable de energía nuclear limpia.
Es más, me acuerdo de las papeleras de fusión de Asimov, de la posibilidad de generar motores espaciales con alto rendimiento energético e interminable uso y espero que en el plazo previsto, unos diez años, todo tenga éxito.
La verdad es que aún quedan muchos años para que se construyan centrales de fusión nuclear comerciales. Si el reactor experimental de Francia tiene el éxito que espero dentro de diez años, todavía quedarán otros 15 para comenzar a construir un modelo comercial fiable. Así que en treinta años igual comenzamos a ir olvidándonos de las centrales nucleares de fisión, tan problemáticas y con tan mala prensa por muy necesarias que sean.
Pero la tecnología avanza que es una barbaridad. Ojalá tengamos esta energía cuanto antes, que los combustibles fósiles no pueden aguantar hasta el infinito.
Via: El País.
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